Existen muchos tipos de calzados de seguridad para nuestro día a día en el trabajo. Y, en la mayoría de ocasiones nos cuesta decidir cuál es el más adecuado para nuestra actividad. Esto ocurre porque realmente no conocemos las características que tienen ni tampoco las prestaciones que necesitamos para nuestro puesto de trabajo.
Cuando se trabaja en altura, son esenciales unas botas que ofrezcan una buena sujeción del tobillo, esta, mejora las posibilidades de mantener los dedos del pie en el suelo y esto reduce el riesgo de resbalones y caídas accidentales.
¿Por qué utilizarlas?
Hay varios aspectos importantes para tener en cuenta al hacer referencia al calzado de seguridad como parte fundamental de los equipos de protección para trabajos de altura.
En primer lugar, las botas para trabajos en altura han de ser antideslizantes. Esta característica es primordial en todo tipo de ocupaciones relacionadas con la construcción, pero más aún si se hacen en altura, ya que las caídas pueden ser muy graves e incluso pueden poner en riesgo la vida del operario.
Existen otros muchos que también suponen graves riesgos para la salud de estos profesionales, como, por ejemplo, la exposición a descargas eléctricas. Por eso, por otro lado, la suela debe ser aislante, ya que, en este tipo de trabajos, se suele entrar en contacto con la electricidad.
Asimismo, también resulta fundamental utilizar unas botas para trabajo en altura que protejan los pies de los trabajadores de posibles objetos punzantes como clavos.
Y, por último, también es importante que incluya puntera de seguridad, ya que este es uno de los puntos más vulnerables de los pies. Los profesionales de trabajos en altura son susceptibles de sufrir golpes por caídas de objetos que dañen sus pies, primero, y, después, que les hagan sufrir caídas en altura.
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